Pese a que el peticionario no especifica dónde desapareció su hijo, el soldado Francesco Farina, por coincidencia con otros militares de su mismo regimiento se deduce que fue apresado en el Trentino.
El expediente incluye dos cartas del peticionario, la primera de ellas para pedir la intermediación de Alfonso XIII tras enterarse a través de su hijo, preso en Mauthausen, de que este no recibía ni las 8,5 libras semanales ni las periódicas noticias de su familia. La segunda misiva, fechada siete meses después de la primera, es de agradecimiento al monarca por las gestiones realizadas, pues además le comunican que su hijo se encuentra en Kriegsgraberabt.