Nacionalidad española.
En 1764 el rey Carlos III intercede por ella para que pueda entrar en el Real Convento de Santa Clara de Tordesillas sin necesidad de aportar dote.
En la tarde del día 25 de diciembre de 1808, el emperador de los franceses (Napoleón) monta el cuartel general en Tordesillas, arrimándose a la vanguardia. La parada y fonda de El Corso de Tordesillas; en ella tuvo lugar la entrevista entre la anciana abadesa de las clarisas y Napoleón Bonaparte, consigue del emperador la merced de salvar la vida a Víctor González y los dos religiosos franciscanos retenidos en el convento y condenados a muerte; además de ser nombrada, graciosamente "abadesa emperatriz".
Cuentan las crónicas que en 1808 la anciana abadesa contaba con setenta y cinco años de edad