Segundo hijo de García II Fernández Manrique de Lara, que fue V señor de Amusco y adelantado mayor de Castilla, y de Urraca de Leyva.
Fue arcediano de Talavera y obispo de Orense bajo la protección de su tío paterno el arzobispo de Toledo Gómez Manrique; a la muerte de éste una parte del cabildo toledano le eligió para ocupar la archidiócesis toledana, mientras la otra se decantó en favor de Pedro Cabeza de Vaca, pero el papa Gregorio XI resolvió la disputa nombrado a tal efecto a Pedro Tenorio.
Juan García Manrique ocupó entonces el obispado de Sigüenza, siendo a la vez canciller mayor de los reyes Enrique II y Juan I; de allí pasó a la diócesis de Burgos, y de ésta fue promovido al arzobispado de Santiago de Compostela.
A finales del siglo XIV, enemistado con el arzobispo toledano Pedro Tenorio y descontento porque el rey castellano Enrique III hubiese reconocido el Papado de Aviñón, emigró a Portugal, donde con la mediación del rey portugués Juan I fue nombrado arzobispo de Braga y obispo de Coímbra