Nacionalidad española.
Casado con Teresa Bernuy y Jiménez de Coca, heredera del Condado de Villaverde la Alta (1867).
Además de sus actividades literarias también se dedicó a la agricultura y la minería. Fue miembro de la Sociedad Económica cordobesa de Amigos del País, junto con su hermano Ricardo Martel, conde de Torres-Cabrera. En 1864 se unió a la Sociedad Minera encargada de explotar las minas de Belmez y Espiel en la sierra norte cordobesa, de la cual su padre Federico Martel era presidente.
En 1876 los condes de Villaverde poseían suficientes propiedades en nuestro término municipal, como para estar en la lista de mayores contribuyentes locales con una cuota de 1.865 pesetas. En su fábrica de “Santa Teresa”, Teodoro Martel impulsó la extracción de aceites de primera calidad para su exportación. En 1889, recibía el reconocimiento de la prensa de la época por haber conseguido introducir con éxito sus aceites refinados en el mercado de Europa y América latina, cuantificando esa exportación anual en unas doce mil arrobas .
Disfrutó de la amistad de líderes liberales, como el general Serrano o el general López Domínguez, quienes eran asiduos visitantes de su casa y la de su vecino, Eduardo León y Llerena, en la coqueta plaza del Coso.