Con la fundación del monasterio queda clara la iniciativa de la monarquía, del entorno regio femenino y la nobleza, como fuerzas impulsoras que marcan las directrices de su desarrollo. Sin embargo, no debemos olvidar que la comunidad clarisa está sujeta a las normas de derecho canónico y, como tal, depende directamente del obispo de su diócesis, en este caso de Palencia. Hasta que el papa Gregorio XI, el 6 de abril de 1377, por la que exime al monasterio de la jurisdicción de los obispo de Palencia y Toledo.